Proponemos retornar a la verdad de la vida.
Proponemos darle vida a la vida, el camino de la renovación, de la humanización.
Buscar la tierra del amanecer, nuestro interior.
El acuerdo es el sendero de la convivencia.
La vida es acuerdo.
Proponemos la esperanza de la semilla original.
Proponemos el despertar de la semilla nativa.
La semilla del SER HUMANO.
El amanecer de la palabra de verdad, de la palabra viva, de la palabra dulce.
De la palabra de consejo.
Proponemos el amanecer de LA PALABRA.
Proponemos darle valor a lo que tiene valor…
Lo que le da sentido a la vida, lo que justifica nuestra existencia, es la relación con el otro.
Proponemos lo relacional, lo que nos hace felices, estar unidos a nuestro hermano, unidos a nuestra familia, a nuestros hijos, a nuestros vecinos.
Proponemos la unidad, para distanciarnos de la separación, que nos lleva al conflicto, al dolor, al sufrimiento; en definitiva, lo que nos mueve a estar bien con el otro es ser reconocidos, ser aceptados, ser comprendidos, para ello se requiere que hagamos las correcciones interiores necesarias.
Proponemos que en la relación con el otro, tomemos el centro.
Proponemos que tomemos el centro de la ley original, la ley del principio, la ley de la Unidad, la ley a través de la cual la vida existe en relación de unidad y de Amor.
Proponemos volver al centro de los principios de vida.
Proponemos volver al centro de la cosmocracia.
Volver a nuestro hogar, al regazo del Gran Misterio.
Al orden del gran principio,
Proponemos caminar con las cuatro fuerzas, los cuartos acuerdos:
El acuerdo del padre creador: La inocencia.
El acuerdo de la Madre: La aceptación.
El acuerdo del Guía Interior: Pasar por alto los errores del otro, no culpar, no juzgar, no condenar.
Proponemos el acuerdo del Hijo: La comunicación para la comunión; el arte del acompañar, del tejido fino de la palabra, el arte de escuchar.
Proponemos la ciencia de cuidar al Ser; antes de la concepción, en el embarazo, en el nacimiento, en el ciclo vital, en el crecimiento; acompañar al Ser en los ciclos de paso.
Proponemos el amanecer del Ser.
Proponemos sanar el pensamiento, cambiar de mentalidad, manejar nuestras emociones.
Proponemos sanar la mente silenciosa, el orden del silencio (atrapar silencio, para que el misterio nos hable).
Proponemos curar la palabra, sanarla y corregirla; proponemos la andadura de la palabra dulce.
Proponemos sanar nuestra alma, restaurar las heridas del alma que nos anclan en el pasado, y barrer nuestra historia de vida.
Proponemos cuidar nuestra alma, nuestras potencialidades interiores; con el objetivo de ver, entender, oír, sentir y existir más allá.
Proponemos sanar nuestra sexualidad, retornar a la plena experiencia, es decir a la santa sexualidad, como en el origen.
Proponemos sanar y fortalecer nuestro cuerpo, alimentarnos con semillas nativas, sembrando en el orden, con acuerdo, con buen propósito.
Proponemos alimentarnos con la buena respiración, con el aliento vital, alimentarnos con el sol, que es la energía directa.
Proponemos el retorno a la multiversalidad, el acuerdo en la aceptación de la diversidad.
Proponemos abandonar la resistencia, la rebeldía, para pasar a la re-existencia.
Proponemos proponer.
Proponemos tejer como el Colibrí, tejer entre los dos mundos, entre el cielo y la tierra, poner el cielo en la tierra, entre lo sagrado y lo material, tejer entre lo subjetivo y lo objetivo, tejer entre lo pragmático y lo trascendente.
Proponemos tejer entre lo moderno y lo antiguo, entre la sabiduría y el conocimiento, entre la razón instrumental y la razón profunda.
Tejer entre el pensamiento y la inteligencia.
Proponemos tejer entre el occidente y el oriente, entre el occidente, el oriente y el centro.
Proponemos tejer entre la civilización, es decir entre el desarrollo tecnológico y la cultura, lo que significa desde la emergencia del Ser.
Proponemos<>…
El sistema de sabiduría intercultural para la humanización: La palabra Colibrí
Colibrí, Colibrí, kinza, kinza, Colibrí del sur, que une el Cielo y la Tierra, que danzas entre el Cielo y la Tierra, que enamoras desde el retorno.
Proponemos los espirales y no insistir con los cuadrados
Proponemos caminar para adentro y no insistir en caminar para afuera.
Proponemos Ser y no insistir en tener, solamente tener lo que somos.
Proponemos la coherencia entre lo que pensamos, lo que sentimos, lo que emocionamos, lo que decimos y lo que hacemos.
Proponemos Ser la propuesta, no se puede compartir, ni enseñar lo que no se Es.
Proponemos implicarnos.
Proponemos las aulas cósmicas y no insistir en los cajones, para encajonar la vida.
Proponemos una pedagogía itinerante, la del camino, la de la montaña, la del río, la del bohío, la pedagogía del silencio.
Proponemos retornar al pecho dulce de la Madre, a las aldeas dispersas; dejar los centros pequeños solo para el encuentro, para el arte, para el conocimiento, para la información.
Proponemos avanzar hacia el intercambio rítmico balanceado, economías de intercambio (trueque), de bienes y servicios, del centro y de la periferia. Proponemos <> Acuerdo de Libre Intercambio Ancestral.
Proponemos intercambiar semillas culturales.
Proponemos ser labradores de propósito, para el mundo material labrar hasta las doce, y dejar tiempo, para pensar, para estudiar, para crear, para soñar, para imaginar, para contemplar, para comunicar, tiempo para orar, para unirse al Centro del Gran Todo.
Tiempo para vivir, tiempo para Ser.
Proponemos razonar, estudiar, palabrear, es decir comunicarnos.
Escucharnos.
Proponemos ritualizar la vida, la danza, el canto para hablar con el Misterio.
Proponemos el festejo, la alegría, el comer juntos, la Minga, el Convite, el Ser juntos, el Ser diversos; el acuerdo, la dulzura en el acompañarnos.
Proponemos volver a Ser Gente
Ser In-Dios.
Para realizar un comentario del anterior texto, sigue las siguientes instrucciones:
Proponemos darle vida a la vida, el camino de la renovación, de la humanización.
Buscar la tierra del amanecer, nuestro interior.
El acuerdo es el sendero de la convivencia.
La vida es acuerdo.
Proponemos la esperanza de la semilla original.
Proponemos el despertar de la semilla nativa.
La semilla del SER HUMANO.
El amanecer de la palabra de verdad, de la palabra viva, de la palabra dulce.
De la palabra de consejo.
Proponemos el amanecer de LA PALABRA.
Proponemos darle valor a lo que tiene valor…
Lo que le da sentido a la vida, lo que justifica nuestra existencia, es la relación con el otro.
Proponemos lo relacional, lo que nos hace felices, estar unidos a nuestro hermano, unidos a nuestra familia, a nuestros hijos, a nuestros vecinos.
Proponemos la unidad, para distanciarnos de la separación, que nos lleva al conflicto, al dolor, al sufrimiento; en definitiva, lo que nos mueve a estar bien con el otro es ser reconocidos, ser aceptados, ser comprendidos, para ello se requiere que hagamos las correcciones interiores necesarias.
Proponemos que en la relación con el otro, tomemos el centro.
Proponemos que tomemos el centro de la ley original, la ley del principio, la ley de la Unidad, la ley a través de la cual la vida existe en relación de unidad y de Amor.
Proponemos volver al centro de los principios de vida.
Proponemos volver al centro de la cosmocracia.
Volver a nuestro hogar, al regazo del Gran Misterio.
Al orden del gran principio,
Proponemos caminar con las cuatro fuerzas, los cuartos acuerdos:
El acuerdo del padre creador: La inocencia.
El acuerdo de la Madre: La aceptación.
El acuerdo del Guía Interior: Pasar por alto los errores del otro, no culpar, no juzgar, no condenar.
Proponemos el acuerdo del Hijo: La comunicación para la comunión; el arte del acompañar, del tejido fino de la palabra, el arte de escuchar.
Proponemos la ciencia de cuidar al Ser; antes de la concepción, en el embarazo, en el nacimiento, en el ciclo vital, en el crecimiento; acompañar al Ser en los ciclos de paso.
Proponemos el amanecer del Ser.
Proponemos sanar el pensamiento, cambiar de mentalidad, manejar nuestras emociones.
Proponemos sanar la mente silenciosa, el orden del silencio (atrapar silencio, para que el misterio nos hable).
Proponemos curar la palabra, sanarla y corregirla; proponemos la andadura de la palabra dulce.
Proponemos sanar nuestra alma, restaurar las heridas del alma que nos anclan en el pasado, y barrer nuestra historia de vida.
Proponemos cuidar nuestra alma, nuestras potencialidades interiores; con el objetivo de ver, entender, oír, sentir y existir más allá.
Proponemos sanar nuestra sexualidad, retornar a la plena experiencia, es decir a la santa sexualidad, como en el origen.
Proponemos sanar y fortalecer nuestro cuerpo, alimentarnos con semillas nativas, sembrando en el orden, con acuerdo, con buen propósito.
Proponemos alimentarnos con la buena respiración, con el aliento vital, alimentarnos con el sol, que es la energía directa.
Proponemos el retorno a la multiversalidad, el acuerdo en la aceptación de la diversidad.
Proponemos abandonar la resistencia, la rebeldía, para pasar a la re-existencia.
Proponemos proponer.
Proponemos tejer como el Colibrí, tejer entre los dos mundos, entre el cielo y la tierra, poner el cielo en la tierra, entre lo sagrado y lo material, tejer entre lo subjetivo y lo objetivo, tejer entre lo pragmático y lo trascendente.
Proponemos tejer entre lo moderno y lo antiguo, entre la sabiduría y el conocimiento, entre la razón instrumental y la razón profunda.
Tejer entre el pensamiento y la inteligencia.
Proponemos tejer entre el occidente y el oriente, entre el occidente, el oriente y el centro.
Proponemos tejer entre la civilización, es decir entre el desarrollo tecnológico y la cultura, lo que significa desde la emergencia del Ser.
Proponemos<
Proponemos Ser la propuesta, no se puede compartir, ni enseñar lo que no se Es.
Proponemos retornar al pecho dulce de la Madre, a las aldeas dispersas; dejar los centros pequeños solo para el encuentro, para el arte, para el conocimiento, para la información.
Proponemos intercambiar semillas culturales.
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Me identifico completamente con esta maravillosa propuesta.
ResponderEliminarDesde lo micro de mi ser hasta lo macro del mismo, con mi intelecto, razón y emoción. Me identifico con el sentimiento que encarna y la razón que explica. Son palabras sabias y su calor y color me llegan, como me llega su significado profundo con sabor milenario y cósmico. Es lo que debe ser para el ser.
Dónde firmo?
MGZ